En 2010 el total de la población guatemalteca era de 14.3 millones de personas, de los cuales un 23.5% es población adolescente entre 10-19 años, y un 11.7% del total de la población son mujeres adolescentes en ese rango de edad. El 54.5% de las adolescentes de 10 a 19 años vive en situación de pobreza y si nos referimos específicamente a las adolescentes indígenas, el porcentaje se incrementa al 79.6%.
Según datos de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI 2006), más del 54% de las adolescentes viven en el área rural. Existen fuertes brechas entre la población urbano/rural; indígena/no indígena; hombre/mujer. En términos generales ser rural, ser indígena y tener bajo nivel de educación son factores que reiteradamente aparecen asociados.
La impunidad, y con ella la violencia, está marcando la vida de las niñas y las adolescentes en todo el país. La violencia intrafamiliar, las extorsiones a las escuelas y colegios, los asesinatos, los secuestros, la trata de niños y niñas con diversos fines, incluida la venta, las violaciones sexuales y los asaltos en los barrios, están arrebatándole a la niñez su derecho a jugar, divertirse, disfrutar de su familia y a crecer en un ambiente libre de violencia
La falta de acceso a educación es una limitante fundamental. Un 11% de la población femenina entre 10-19 años no ha recibido educación formal. Entre las mujeres de 15 a 19 años es donde se encuentra el porcentaje más alto, el 12.32% de mujeres adolescentes no saben leer ni escribir.
Las variaciones por nivel de estudios son muy preocupantes, al revisar las tasas de escolaridad vemos que para el nivel Primario es del 91.50%, para la educación secundaria es de 31.90% y en diversificado es del 19.50%, 15 puntos menos que en el nivel anterior y 72 puntos menos que en primaria. Esta información nos da una idea de las expectativas de futuro que la educación ofrece a las niñas y adolescentes mujeres, quienes con cada logro educativo van reduciendo sus posibilidades de progresar y romper el círculo de pobreza que, según estudios, se logra al superar el nivel secundario. El ingreso tardío a la escuela, el abandono escolar y la repitencia de grados tiene como consecuencia que el 68% de las niñas y adolescentes de entre 10 y 19 años de edad se encuentren cursando el nivel de Primaria, aunque les corresponda por edad estar en secundaria o diversificado.
El Grupo de Trabajo (GT) Interagencial de Adolescencia y Juventud del Sistema de Naciones Unidas en Guatemala ha priorizado la necesidad de trabajar con la población adolescente en condición de mayor vulnerabilidad, para lo cual ha desarrollado el Programa Conjunto SAQILAJ B’E: The clear path to assert the rights of adolescent girls que prevé alcanzar a las adolescentes, con especial énfasis en las adolescentes entre 10 y 14 años. Para ello, concentrará su intervención en dos departamentos de Guatemala donde prevalece la población indígena: Totonicapán y Huehuetenango.
Para ello se ha propuesto como fin: Contribuir al ejercicio y goce de los derechos de las adolescentes, para el alcance de su pleno desarrollo y una vida libre de violencia y como objetivos:
- Promover el acceso de las adolescentes a una atención integral en salud, con pertinencia étnico-cultural
- Facilitar el acceso de las adolescentes a procesos educativos formales y no formales
- Promover que las adolescentes vivan una vida libre de violencia.
- Contribuir a la generación y/o manejo de información sobre la situación de las adolescentes.
- Promover la participación activa de las adolescentes en la toma de decisiones que afecta su vida.
Con el fin de apoyar este programa, la Fundación de Naciones Unidas se encuentra recopilando fondos mediante la campaña “Girl Up”. En el marco de dicha campaña, el pasado mes de Agosto, Guatemala recibió la visita de la joven actriz, Victoria Justice. Desde el Comité de Niñas Adolescentes, se organizó una viaje de tres días, en el que Victoria tuvo la oportunidad de visitar distintos proyectos que trabajan con jóvenes adolescentes, y conocer la situación de las mismas, así como las iniciativas que se están llevando a cabo, de la mano de sus protagonistas.
La UNESCO Guatemala se encontraba en el comité organizador del viaje, y coordinó la visita a un grupo de alfabetización del Comité Nacional de Alfabetización, conformado por chicas adolescentes, en Sumpango (Chimaltenango). Allí, Victoria tuvo la oportunidad de conversar con jóvenes indígenas de 15 a 19 años. La joven actriz se interesó acerca de sus intereses, su educación y sus sueños para el futuro. La conversación fue cordial y agradable. La visita finalizó con las muchachas cantando algunas canciones guatemaltecas a Victoria, quien se mostró feliz con el gesto.
Durante la visita, Victoria pudo conocer cómo se alfabetiza, así como por qué es importante saber leer y escribir, a través de la voz de las propias jóvenes.
Además del trabajo de los GTIs, el SNU en Guatemala tiene proyectos interagenciales en marcha que abordan la problemática del desarrollo sostenible.
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